miércoles, 25 de mayo de 2011

El truco de la ardilla.




Que ya me gustaría hacer como esa ardilla sobrina de Juan Tamariz, aunque no se me da mal del todo.

Una vez dije:
- Escucha como gotea (y dejó de gotear).

Y esa solo fue una de tantas, como la vez que dejaría de llover a las seis treinta y tres para que pudieras tener tu sonrisa fácil.
Entre un quiero y no puedo, un puedo y no quiero... entre querer y poder, no queda más que resignación a causa de una ilusión transitoria que se balancea en una dimensión paralela de mi pensamiento, que no es más que la abnegación de todo lo que quiero.



                                         



Con mi más y mis menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario